Compromís per Almassora ha sido la fuerza que durante los últimos cuatro años ha liderado la oposición, una oposición constructiva a la cual los votantes han premiado con 700 sufragios más. Por ello consideramos que hemos sido el motor del cambio político y nos encontramos capacitados para liderar el nuevo equipo de gobierno. A la hora de llegar a un acuerdo con otras fuerzas políticas consideramos fundamentales toda una serie de cuestiones que deben marcar la gestión del futuro equipo de gobierno.
Durante los últimos cuatro años hemos presentado toda una serie de mociones dirigidas a garantizar la protección de los sectores sociales más vulnerables. El programa “Menjar a casa” dirigido a las familias con hijos en riesgo de exclusión, la apertura de los comedores escolares durante el periodo no lectivo, las ayudas para que las familias puedan adquirir material escolar o el banco de libros escolares reutilizables gestionados por las AMPA son algunas de las propuestas que son claves para nuestra coalición.
El Ayuntamiento también debe ser uno de los motores en la reactivación económica. El apoyo a los emprendedores, autónomos, cooperativas y empresas, a través de ayudas que generan empleo, es otra condición para llegar a un acuerdo de gobernabilidad. El comercio local y la asociación que los agrupa, APROCA, necesitan partidas específicas, que debem extenderse también a los agricultores. Hay que crear las bases de un modelo económico pensado en las personas, porque es inaceptable una recuperación económica que margina un tercio de la población
Queremos abrir las puertas del Ayuntamiento, y no de manera simbólica. La transparencia y la participación deben ser inherentes al nuevo gobierno. Un Portal de Datos en la web municipal debe servir para que en cualquier momento los vecinos sepan los ingresos y los gastos de la administración local. Los Presupuestos Participativos son un elemento clave para pasar de una democracia formal, en la que sólo se consulta a los vecinos cada cuatro años, a un modelo inclusivo en el que los vecinos participan en la toma de decisiones.
Han construido una Almassora sin tener en cuenta las personas. La revisión del PGOU es indispensable para dotar de los equipamientos y infraestructuers indispensables. El Plan Integral de la Vila y la renovación y mantenimiento de las aceras son pasos en este modelo urbanístico más humano. La playa es el ejemplo más claro de este urbanismo depredador. Hay que establecer un plan anual de inversiones en la playa para dotarla de presencia policial todo el año, mejorar las vías de comunicación, exigir responsabilidades al Puerto por el retroceso de la Costa, crear un paseo digno, etc.
La enseñanza es un factor clave a la hora de hacer efectiva una sociedad con igualdad de oportunidades. La construcción del Regina Violant se debe realizar en el plazo más corto posible. El CEIP Santa Quiteria se debe mantener para rebajar las ratios. El Ambaixador Beltrán espera desde hace quince años unas instalaciones dignas. Tenemos que resolver los barracones del IES Álvaro Falomir y crear ciclos formativos en este centro. El tercer instituto es necesario, para la más que posible saturación de los dos IES que hay ahora mismo, una vez terminen el ciclo educativo los niños del Regina.
La sanidad es el otro pilar básico del Estado del Bienestar. El aumento de especialidades en el CSI Píus XII, el incremento de los horarios de atención en este centro o una SAMU en exclusiva para Almassora son temas a resolver para ofrecer los servicios sanitarios que necesitan los vecinos de Almassora. Crearemos una unidad de respiro para enfermos de Alzheimer para que los familiares puedan conjugar la vida laboral y familiar.
Queremos una Almassora viva, dinámica, no una ciudad dormitorio, por lo que tenemos que ofrecer una programación cultural diversa todo el año. Proteger, restaurar y poner en valor el Castell Vell, el Torrelló o el paisaje protegido del Millars son inversiones de futuro que generarán empleo y riqueza.
Las fiestas tiene que sermás plurales, con una programación más variada. Unas fiestas para todos, con una Junta en la que se tenga en cuenta la opinión de las entidades y asociaciones. El traslado del recinto a los terrenos que ofrece CaixAlmassora es una obligación moral por las molestias que durante años han sufrido los vecinos de la zona y los ancianos de la residencia.
Los jóvenes deben poder realizarse como personas en la ciudad en la que han crecido. Las oportunidades en el mundo laboral son imprescindibles para matemer el arraigo en Almassora, pero también es necesario una oferta de ocio, cultural y deportiva adecuada y con precios asequibles. Una sociedad que deja de lado los jóvenes es una sociedad sin futuro.