El centro tecnológico de investigación situado en el SUPOI-8 de Almassora contará en los próximos meses con cerca de 40 trabajadores dedicados al sector cerámico. Así lo ha confirmado el Instituto de Tecnología Cerámica (ITC), que pretende trasladar al edificio el 50% de su plantilla. Esto llegará después de que el pleno del Ayuntamiento de Almassora apruebe la modificación del uso de centro, una votación que tendrá lugar el próximo lunes 15 de mayo.

Posteriormente, el equipo de gobierno trasladará el acuerdo al Consell, que deberá tramitar la cesión del espacio al ITC-IAE. “Por fin veremos cómo, un proyecto que costó más de dos millones de euros y que jamás se ha utilizado, adquiere un papel protagonista en el campo de la investigación aplicada a la cerámica”, ha manifestado la alcaldesa, Susanna Nicolau. “Confiamos en que cientos de empresas de nuestras comarcas y de toda la Comunitat Valenciana se verán beneficiadas de los resultados obtenidos a partir de los recursos públicos que la administración pondrá a su disposición”, ha concluido la primera edil.

La entidad asegura que la ubicación del centro tecnológico maximizará la aplicación de los resultados a las industrias cerámicas. Tal como manifiesta en el documento mediante el cual el ITC transmitió su interés por establecerse en el edificio “son particularmente relevantes las ventajas de disponer de este nuevo edificio, tanto en el ámbito de la investigación de desarrollo de proyectos de alta confidencialidad, como para las actividades del ámbito sectorial, dada su proximidad a los centros productivos y por tratarse de actividades de transferencia de investigación aplicada”.

Fue el Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE), quien solicitó al Ayuntamiento de Almassora el cambio de uso del centro, al alegar que “el incremento de la actividad de investigación, trasferencia de tecnología y formación que el ITC realiza a las empresas del sector cerámico valenciano para mejorar su eficiencia y sostenibilidad”. Tras el encuentro mantenido por Nicolau con el director del instituto, Gustavo Mallol, para plantear el traslado de la actividad al edificio, la primera edil emitió una providencia de alcaldía el pasado mes de marzo a través de la cual hacía pública su voluntad de someter a la aprobación del pleno el cambio de uso para el centro, apuntando a su futura utilización para la investigación en materia cerámica.

Actualmente, la calificación limita la actividad que puede desarrollarse en el centro a la investigación en tecnologías vinculadas a la aceituna y a la almendra, una finalidad que hasta la fecha no ha cumplido. En cambio, el ITC sí que ha adelantado que el trabajo que llevará a cabo en Almassora se centrará en la creación de proyectos estratégicos de I+D+i y la formación para técnicos, además de ofrecer servicios técnicos avanzados para la caracterización de materias primas, productos semielaborados y productos finales y asesoramiento a las empresas del sector.

Cabe recordar que las obras de construcción de esta planta de investigación, acometidas por la Generalitat Valenciana, tuvieron un coste de 2,4 millones de euros. A pesar de que los trabajos culminaron hace años, los laboratorios, aulas de formación, salón de actos, biblioteca y zona de despachos dotada con una sala de reuniones, nunca han sido utilizados.

Publicat dimarts 9 de maig al diari digital “El Periòdic”